Mario se levantó mareado después de un día muy pesado, había Estado saltando en bici con sus amigos un día antes.
- Mario!!! Mario!!! Baja a recoger todo tu desmadre, cuantas veces te he dicho que recojas todo lo que tires... - la mamá de Mario "Rosana" le grita enojada.
- ya voy!!! - grita Mario haciendo un gesto de aburrimiento.
Mario baja y recoge todas sus cosas que había dejado tiradas desde un día anterior.
- ya me voy a trabajar Mario regreso en la noche, te deje la comida preparada, cuando te la quieras comer la calientas en el microondas- dice Rosana.
-adiós- grita Mario
Cuando Rosana sale de la casa Mario aprovecha para llamarle a sus amigos y salirse a andar en bici y después irse a una fiesta a la cual su mamá no la había dejado ir.
Mario sabía que si su mamá lo descubría no lo iba a dejar solo en su casa nunca más, pero aún así no se preocupó.
Mario agarra el teléfono y le marca a su amigo marco.
- que onda wei como estas-
- ¿bien bien que paso?-
- ¿si se va a hacer lo de la fiesta?
- si wei, pero antes vamos a rodar a la calle ¿no?-
- es lo que te iba a decir, ¿a qué horas nos vemos y en donde?-
- pues nos vemos en el parque de san Juan a las 3:30 ¿va?-
- sale pues nos vemos al rato-
-bye-
Mario cuelga el teléfono y hace un gesto de felicidad. Cuando el reloj da las 3:30 Mario sale al parque para irse a andar en bici. Después de llegar encuentra a marco, marco voltea a ver a Mario sorprendido.
- ey que onda si viniste jajá con eso de que a veces te rajas-
- no jajá como crees que te dejaría plantado-
Finalmente fueron a andar en bici y por último a la fiesta. Cuando se término la fiesta Mario se percató que ya eran las 7:50 y su mamá llegaba a su casa a las 8:10. Mario salió de la fiesta y rápidamente se va a buscar su bici pero se da cuenta de que se la habían robado así que decidió ir a buscarla al pueblo.
Al llegar al pueblo Mario ve que unos señores tenían su bici, y les grita.
- ey esa es mi bici dénmela-
En eso uno de los señores se acerca y se le queda viendo con una mirada retadora
- tienes algún problema- dice el señor
- si esa bici es mía-
- y eso que, ahora es mía-
Mario se enoja y golpea al señor lo que provocó que todos los demás señores se acercaran y atraparan a Mario llevándoselo lejos del pueblo.
Ya eran las 9:00 de la noche y Mario seguía en la guarida de los que lo habían secuestrado.
Al llegar Rosana un poco retrasada a su casa le llama a Mario para que se fuera a cenar
- Mario ya llegue, vente a cenar- grita con cansancio Rosana.
Nadie contesta.
A Rosana se le hizo raro que no contestara porque Mario normalmente contestaba a la primera, así que Rosana decide ir a su cuarto a buscarlo pero cuando entra a su cuarto se lleva una sorpresa, Mario no está.
Rosana preocupada empieza a buscar por todos lados a Mario, después de varias oras de no haber buscado Rosana decide llamar a la policía y les dice que si pueden emprender una búsqueda para encontrar a su hijo que se había perdido.
Al día siguiente Rosana fue a buscar a marco para preguntarle sobre Mario.
- marco ¿ayer no viste a Mario?-
- si señora fuimos a andar en bici y después a una fiesta después Mario dijo que se le hacía tarde y se fue.
Pero cuando salió de la fiesta vio que se habían robado las bicis y dijo que las iba a buscar al pueblo, después de que dijo eso ya no lo volví a ver-
- gracias marco adiós- Rosana responde rápidamente.
Rosana se dirigió rápidamente al pueblo a preguntar por Mario. Al llegar al pueblo Rosana le pregunto a uno de los comerciantes si no había visto un día antes a Mario el respondió:
- seño yo ayer vi a un chamaco que se lo llevaron unos señores creo que era su hijo –
- ¿a donde se dirigían los señores? –
- a unas minas abandonadas, están a una hora en carro de aquí –
Rosana va a las minas encontrando a su hijo en una camioneta cerrada, aprovecho la oportunidad y rompió la ventana de la camioneta y saco a Mario.
Mario estaba asustado y tenía mucha hambre. Rosana se alegraba mucho de verlo y le dio un abrazo muy fuerte.
Mario estaba muy feliz porque lo habían encontrado, finalmente se fueron y Rosana le dijo que nunca se podía salir sin permiso de la casa y que de castigo lo iban a dejar a limpiar toda la casa, Mario acepto.
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