lunes, 9 de noviembre de 2009

La niña de los ojos verdes Por Vera Cárdenas

Era una tarde de mucho frio en la Ciudad de México, en la que una niña sentada en el sillón de la embajada observaba a través de la ventana el nublado día. La niña abría sus grandes ojos verdes; su cabello era rubio claro, le llegaba hasta la cintura, su peinado era de rulos, rulos ya despeinados y los sujetaban un gran moño verde, al tono de sus ojos, que los hacía verse mas verdes y grandes. Su vestido era de una tela fresca, con colores muy vivos, colores que recordaban las flores de la primavera. Ella esperaba sin saber qué es lo que pasaba en ese momento, sin embargo sí sabía muy bien lo que había vivido en las semanas anteriores, a su corta edad de 4 años.

Ella vivía con su madre, que tenía dolor en su corazón por la muerte de su esposo Eduardo, que tres meses atrás enfermó de neumonía y falleció.

Paloma, estaba ahí llena de dolor con su madre.

Su madre, al quedar viuda, con su tristeza; también enfermó al igual que su esposo, de neumonía. Paloma quedó sola y sin saber que hacer, pues ella venía de otro país y no sabía hablar español. Ella estaba muy sola, con sus padres muertos y lejos de su casa.

Todos estos momentos se reflejaban en sus hermosos ojos verdes.

Las autoridades llevaron a Paloma a la embajada aquel nublado día, trataron de buscar a sus parientes en la Cd. de México.

Todas aquellas búsquedas fueron en vano, pues no lograron localizar a ningún pariente.

Paloma estaba esperando en la embajada con la gran duda de que pasaría con ella ya sin sus padres.

Las autoridades esperaron un poco más de tiempo, por si recibían alguna información de los familiares de Paloma, pero nada sucedía; los días pasaban y pasaban, y Paloma cada día estaba más sola.

La embajada decidió que Paloma estuviera en casa de una familia, mientras se resolvía su situación, y así fue como llegó a la casa de los Díaz.

La familia Díaz era una pareja joven, y que no habían podido tener hijos. Eran personas muy educadas, de mucho dinero y lo que mas anhelaban era una niña. Cuando recibieron a Paloma les agradó mucho y sobre todo querían lo mejor para esa hermosa niña.

Paloma empezó a sentir el afecto de la pareja y poco a poco entró en otro estilo de vida del que semanas antes tenía.

Las autoridades de la embajada dieron por terminada la búsqueda de los parientes de Paloma. Preguntaron a la familia Díaz si querían adoptar a Paloma, ellos sin duda aceptaron de inmediato, tramitaron todos los papeles y con esto Paloma pasó a ser familia de los Díaz.

Paloma creció como una hija muy querida. Sus días eran muy ocupados, pues después de la asistir a la escuela, tenía otras clases particulares como de piano y además de equitación. Todo esto le gustaba mucho, y además en la familia tenían mucha servidumbre, pues así Paloma platicaba un rato con una y luego con otra, así se le pasaba el tiempo mas rápido.

Paloma era una niña muy traviesa; siempre le gustaba ir con la cocinera y pedirle que le diera la olla de donde había hecho el arroz, pues le encantaba rasparle a la olla todo lo doradito que quedaba del arroz. Paloma le pedía a la cocinera que no le dijera nada a su mamá.

Cada noche se acercaba la nana de Paloma, y sentadas en el escalón de las escaleras de madera, su nana le cepillaba el cabello, una y otra vez, pues la mamá de Paloma decía que así se conservaba sano y bien cuidado.

Paloma creció conviviendo con sus padres y tenía una vida muy social, asistía a todos los eventos familiares y de los amigos de sus padres, salía en las fotos de los eventos mas importantes; era la niña más bonita pues tenía su cabello largo, usaba vestidos hasta la mitad de la pierna y unas calcetas largas, con botas de charol negro. Sus ojos verdes cada vez reflejaban más alegría.

Al pasar el tiempo, Paloma se enamoró de un muchacho que veía seguido en las reuniones de sus padres. Era un buen muchacho educado, venía de una gran familia, era hijo de un renombrado abogado. Era ideal para Paloma, era estudioso igual que ella, y él quería mucho a Paloma.

Fernando le pidió matrimonio y ella encantada aceptó, pues los dos se querían mucho.

Ese mismo día Paloma fue a platicarle a su madre la gran noticia de que se iba a casar con Fernando. La madre y Paloma se pusieron muy felices por la futura boda.

Paloma tuvo que juntar todos sus papeles necesarios para el trámite civil de su matrimonio.

Su madre tenía todos los papeles archivados y también le entregó a Paloma sus papeles de nacimiento originales de otro país y además con mucho cariño le entregó el acta de sus papás fallecidos. Paloma al verlos, sus recuerdos se hicieron presentes y ahora de adulta comprendía mejor todo lo que pasó. En ese momento abrazó a su madre con mucho agradecimiento por todo lo que había recibido de ellos, sobre todo tanto cariño.

Con la alegría en sus ojos, inicia una nueva vida con Fernando.

4 comentarios:

  1. Vera:
    asi se publica un comtario
    Megusto tu cuento solo que en partes primero hablas de como era el muchacho yde repente ay se estan casand. Como esta eso?
    Su final no me pareció mucho.
    Describes demasiado todo!!!!
    jajaj pero esta chidiinn (: (y)

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  2. Me parece muy buena tu descripción! Así es más fácil sentir el realismo del cuento.
    Pero estoy de acuerdo con Ericka en la parte que cambias drásticamente de tiempo, dejando eso de lado eso, se me hizo muy buena tu redacción.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. vera tu cuento esta algo confuso no entendí casi nada,y si decribes demasiado las cosas pero la parte que entendí te quedo bien (:

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