martes, 16 de noviembre de 2010

Cuentos

UNA ENFERMEDAD IRREVERSIBLE (Hasta que un milagro llego)

Por Josseline García

Una familia humilde y trabajadora estaba descansando en su casa platicando sobre sus sembradíos.

El papá José le dice a Ana su esposa; que estaba preocupado porque no llovía y si no llueve sus sembradíos o tierras se echaban a perder, entonces no iban a tener dinero, su hija Mariana le dijo que no se preocupara que todo iba a estar bien.

Al día siguiente por la tarde fueron todos a sembrar; El sol estaba insoportable como una tarde de verano en pleno desierto, todos sedientos y sudando; Mariana le dijo a su mamá que ya se fueran porque el sol estaba ardiendo , ellas estaban discutiendo ,se escucho un fuerte golpe, voltearon y el pobre José estaba en el piso , lo cargaron ya que era muy flaco y se lo llevaron a su casa .

Ya que estaban en su casa Ana cortó plantas medicinales y se las preparo en té pero el pobre José estaba tan enfermo que ni eso lo hacía estar mejor, Mariana siempre tan optimista le decía a su papá “se que te vas a mejorar solo piensa positivo y ten fe”, pero Ana no pensó más y dijo vamos a la ciudad tenemos que llevar a tu papá al hospital.

Los doctores le dijeron a Ana y a José que su enfermedad no tenia cura, solo con un verdadero milagro se podía curar, entonces la familia se fue muy decepcionada a su casa.

Ya que estaban en su casa Mariana decía que “todo iba a estar bien”, se quedó dormida, cuando despertó se dijo:

-Tuve un sueño muy bonito donde mi papá se recuperaba gracias a….oh no, no puedo recordar que cura a mi papá.

-En la tarde Mariana estaba sentada en su patio viendo las nubes pensando que su papá se iba a recuperar

Su mamá Ana le dijo:

-Mariana ven por favor

Mariana va y le dice

-¿Qué pasó?

-Necesito que vallas al campo y cortes más manzanilla para tu papá

-Claro ahorita voy

-Gracias Mariana

____________

Mariana estaba en el campo cortando manzanilla ,a lo lejos vio una hermosa flor que resaltaba por sus colores, a Mariana le sorprendió porque por ahí no había flores de ese tipo ,se acercó a ella y recordó que esa flor ya la había visto pero no recordaba en donde se le hizo curioso así que la cortó y se la llevó, ya que pensó que su papá se iba a sorprender o a poner feliz porque por ahí no había flores a así ,cuando iba de camino hacia su casa trataba de recordar en que parte había visto esa hermosa flor pero por más que trataba de recordar no podía ,cuando llego a su casa la puso en un florero con agua, todavía no se la quería enseñar a sus papás quería que fuera sorpresa así que la puso en su cuarto para que sus papás no se dieran cuenta en eso su mamá le dice Mariana ¿y la manzanilla?, Mariana se la dio, ya quería enseñarle la flor a su papá ,ella misma se dijo “ya ahorita es cuando” en ese momento su papá le pide un vaso con agua ,Mariana fue a la cocina por un vaso de agua para su papá ,cuando estaba en la cocina se le ocurrió ponerle un pétalo de la flor que había cortado y ponérselo en el agua entonces lo hizo cuando lo echo el pétalo instantáneamente se disolvió Mariana se sorprendió pero no quiso asustar mas a su papá así que no se lo contó ,le llevo e vaso de agua y le dijo a su papá cierra los ojos no se vale abrirlos cuando cuente tres los podrás abrir ,

-una, dos, tres…

-Mariana que hermosa flor de donde la has traído

-Del campo pa’ cuando estaba cortando manzanilla que me había encargado mi mamá la vi por sus bonitos colores

-Sí que son bonitos no, no hermosos, resaltan mucho.

-Hay hija ojala y recupere pronto para así poder muchas cosas juntos que yo ya me canse de estar todo el día aquí en la cama.

-Papi yo se que te vas a recuperar muy pronto

-Si ojalá

-Bueno tomate el té y el agua que te preparo mi mamá

-Si Mariana después me echare un sueñito que esta enfermedad me está matando y lo peor es que ni los médicos saben cómo curarme

-Hay papi no digas eso vas a ver que pronto te vas a curar. (Se abrazaron mutuamente y se quedaron dormidos)

____________________

Por la mañana Ana los llamo para desayunar se levantaron y fueron a desayunar, cuando estaban comiendo sus ricos huevos y quesadillas, José dijo Ana ya no me siento tan mal aunque sigo muy adolorido

-Hay viejo que bueno es escuchar esas palabras. Lo malo es que no estás bien por completo, pero hay vas a ver que te vas a mejorar

-Eso espero, eso espero

-Si papito vas a ver que todo va a estar mejor.

Al día siguiente como siempre Ana se levantó e hizo el desayuno, los llamo y fueron a desayunar...

Así pasaron los días hasta una semana

El sábado que se levantaron todos,- en el desayuno José salto de alegría y les contó que ya no sentía casi nada que sentía muchísimo mejor a como estaba sus días pasados.

Las dos se sorprendieron mucho se les hiso raro pero al mismo tiempo se alegraron no sabían que era lo que estaba pasando Ana dijo que tenían que ir a la ciudad a contarle a los médicos lo que había sucedido con José.

____________________

Los doctores también se sorprendieron mucho al escuchar eso, le hicieron unos exámenes y chequeos para ver si en realidad se había curado ,todas las pruebas fueron positivas ,todos se alegraron mucho ,pero los doctores aun seguían impresionados no sabían cómo se había curado ,ya que había muchos pacientes con los mismos síntomas y su misma enfermedad y la mayoría se moría a causa de que no existía ningún medicamento, entonces los doctores llamaron a unos científicos para investigar sobre como se había recuperado

_______________________

Tardaron varias semanas, no encontraban ningún resultado el miércoles empezaron a investigar en su casa un investigador encontró una flor se le hizo muy bonita la tomó y la empezó a revisar se le hizo curioso al ver que era de las pocas flores que tenían por dentro algo particular, al día siguiente los investigadores fueron a la casa de José también se encontraban los doctores, los investigadores les dijeron que habían encontrado lo que había curado a José ,todos se alegraron y preguntaron que cual era ,los investigadores le dijeron que lo que había curado a José era la FLOR ellos se sorprendieron Mariana no lo podía creer ,en ese momento su sueño que ya había tenido volvió a su mente en el había aparecido esa flor les contó sobre su sueño y los investigadores afirmaron que efectivamente esa había sido la cura José no resistió y abrazo profundamente a Mariana transmitiéndole una emoción inigualable como un lenguaje de amor diciendo gracias ,Mariana también lo abrazo y empezó a llorar de felicidad a Ana no le quedaron mas palabras que decir Mariana sin ti no se que hubiéramos hecho en realidad tu fuiste la que salvaste a tu papá Mariana no lo podía creer ,pero había una cosa que José no lograba entender ,como una flor lo había curado si solo estaba en su cuarto, los investigadores le dijeron que la única forma de poder curarse a través de esa flor era por nada mas ingiriéndola José le dijo que el nunca la había comido pero Mariana recordó y le dijo que cuando le había pedido un vaso de agua ella le había puesto un pétalo en el agua pero se disolvió tanto que no se alcanzaba a reconocer ,todos se sorprendieron José no lo podía creer ,empezó a llorar y a darle gracias a Dios por haberle dado una hija tan maravillosa como Mariana .

Los investigadores le tenían una propuesta a la familia era darles a cambio cien mil pesos y una casa nueva en la ciudad (porque su casa estaba muy vieja y en cualquier momento se podía caer) a cambio de la flor porque para ellos esa flor era muy importante si tenían esa flor la podían clonar y así poder curar a las personas con esa enfermedad

José lo pensó Ana también Mariana todavía no podía creer lo que había pasado, aceptaron el trato solo que ellos querían seguir ahí en su pueblito, los investigadores se alegraron al saber que ya existía una cura para esa enfermedad tan rara, y que gracias a Mariana más personas iban a seguir viviendo.

Cruel Destino

Por Valeria Magaña Pelayo

Todos estaban muy cansados esperando noticias, podía verlos desde mi cuarto. Estaba la puerta abierta y sólo veía entrar a muchas personas y salir con una cara rara, como cuando le dije a mi hermanito que su perro había muerto. Estaba tan confundida no sabía lo que estaba pasando solo recuerdo que estaba muy triste. Fernando me había dicho que no me quería, que no me quiso nunca y que había encontrado a alguien mejor. Desde hace dos semanas había comprado un boleto para viajar a Italia un mes y en mi estado no tenía ningún deseo de viajar sola, pero mi amiga Mariana decidió ir conmigo para apoyarme. Acababa de regresar a México y no quería que mis papás supieran nada, quería llegar de sorpresa a su casa y tomé un taxi. Iba camino a mi casa y sentí mucho dolor como si me aventaran un pianoforte en la cabeza. Volteé hacia arriba y solo veía a muchas personas alrededor de mi, parecían doctores. Me sentía tan mal, pero de repente una persona captó mi atención, volteé a verla. Era Fernando, le sonreí. Escuché a una mujer gritar algo, realmente no le presté mucha atención estaba tan cansada, como si no hubiera dormido en 1 semana. Sólo cerré los ojos y recordé el instante en que lo conocí. Era un martes lluvioso, llevaba 7 meses trabajando para el licenciado Rodríguez y estaba muy feliz, trabajando en el buffet. Todos eran muy amables conmigo y los clientes que conocía también eran muy agradables. Pero ese día llegó un muchacho muy guapo, alto, de pelo castaño, piel blanca y ojos verdes. Estaba esperando sentado enfrente de mi escritorio y desde su llegada me fue difícil concentrarme en mi trabajo. El licenciado Rodríguez salió de su oficina y al verlo me pidió que cancelara todas sus citas porque iría a comer con Fernando. Fernando repetí en mi cabeza, ese era el nombre de ese muchacho tan guapo.

Esa noche soñé con él. Días después yo estaba en mi descanso comiendo una ensalada, cuando lo vi llegar. Me sonrojé al instante y mi amiga Mariana lo notó. Sólo se rió y no dijo nada, pero comentó que le resultaba muy extraño verlo ahí puesto que ella llevaba trabajando 4 años en la oficina y sólo lo había visto tres veces. Yo sólo quería que fuera de nuevo y tener la oportunidad de hablar con él.

Habían pasado los días y Fernando seguía yendo a ver al licenciado Rodríguez. Pero ese día no lo podía atender y me pidió de favor que le explicara unas cosas. Me dio una carpeta con toda la información que tenía que decirle y me pidió que me encontrara con él en el restaurante “J'ai faim” a las 2:30 de la tarde. Acepté con gusto. Toda la mañana estuve tan nerviosa. Traté de aprender la información que tenía que comentarle a Fernando para no parecer una tonta frente a él, y justo antes de salir hacia el restaurante, pasé a mi casa para arreglarme y ponerme el mejor atuendo que encontrara en mi armario. Al llegar al restaurante me sentí como si fuera el primer día de clases en primaria, no tenía idea de cómo tenía que comportarme.

Llegué muy puntual, él ya estaba esperando. Pensé que el sabía que el licenciado Rodríguez no iba a poder llegar pero al parecer no. Lo ubiqué fácilmente entre todas las personas, digo como no poder ubicar a una persona perfecta desde mi punto de vista. Caminé directo hacia la mesa y por estar embobada mirándolo tropecé. Me sentí como una idiota, no podía creerlo había esperado tanto ese momento y lo arruiné. Pero en cuanto tropecé el corrió a ayudarme y me preguntó cómo me encontraba, le respondí que bien tartamudeando y le expliqué porque me encontraba ahí y él lo entendió perfectamente. Mientras hablaba con él no lograba concentrarme. Sólo podía mirar su hermoso rostro, esperaba no haber sido tan obvia. Cuando estaba hablando con él me sentía muy bien, como si lo conociera de años y me pareció una persona muy inteligente e interesante. Definitivamente quería volver a reunirme con él.

Los días siguientes a nuestro encuentro fueron como un sueño. Creo que me llamó, creo que lo llamé, no estoy segura de quién fue quien dio el primer paso. Pero ahora eso no importa, lo que era importante era que estaba cerca de él. Que podía escuchar su voz, tocar su piel, respirar el mismo aire que él. Fueron encuentros casi siempre de asuntos de la oficina, intercambio de papeles y mensajes del licenciado. Fue poco a poco que la intimidad se instaló entre nosotros, llegando a ese punto en que la amistad dio paso al compromiso emocional. Pero creo que eso fue mas de mi lado que del otro. Creo a veces que la ilusión estaba más en mi que en Fernando. Junto a él las estaciones tenían otro sentido. La primavera siempre me parecía más brillante y fresca que nunca. El verano desaparecía demasiado rápido, y la nostalgia del otoño con sus hojas amarillas. Y el invierno.. ¡ah el invierno!, el frío, la lluvia o la nieve mientras caminábamos de la mano viendo las vitrinas de las tiendas en el centro de la ciudad. Me sentía como la primera vez que fui a Disneylandia cuando era niña.

Fernando era tan atento, tan amable. Su sonrisa como un dulce que me preparaba mi abuela cuando tenía frío. Su voz sonaba melodiosa. Disfrutábamos tanto salir a comer a esos restaurantes exóticos de comida que no tenía idea que existían. Lo mismo que una hamburguesa en McDonald’s o unos tacos en frente de mi casa, lo único que quería era pasar tiempo con él.

Los últimos días estaba muy raro, como ausente, como preocupado no sabría definirlo bien. Lo sentía lejos, no era el mismo Fernando de quién me enamoré. Cuando contestaba el teléfono se alejaba para que no escuchara su conversación, cosa que nunca había hecho y regresaba diciendo una excusa cualquiera que ni mi perro creería. Empezó a faltar a nuestras citas, no volvió a ir al buffet a hablar con el licenciado Rodríguez. Quería saber que estaba pasando aunque algo en mi interior tenía miedo de descubrir lo que temía. Estos dos últimos años mi mundo era Fernando y mi círculo de amistades se redujo a Mariana.

Esa tarde era gris para mí pero decidí darle un giro a mi vida le había platicado a Mariana mi situación y ella me sugirió que hiciéramos un viaje juntas fuera del país para renovar nuestra pasión. Compré los boletos para ir a Italia un mes y llamé a Fernando. Al contarle mi idea, el se rehusó y me dijo que estaba harto de mi que no era verdad que me quería, que estaba harto de que yo tomara decisiones que lo involucraran a él, que nunca me querría y que hacía tiempo había encontrado a alguien mejor que yo. Al pronunciar estas palabras sentí que mi mundo se venía abajo. Colgué el teléfono y fui a buscar a mi amiga Mariana. Lloré no sé cuanto tiempo en su hombro, el único consuelo que tenía era que contaba con ella para todo, pero yo seguía destrozada. Una semana después platicando con ella, me preguntó que había hecho con los boletos y yo le dije que estaban guardados, pero que no iría al viaje, que no estaba de humor ni tenía ganas de salir en estos momentos pero ella me convenció y dijo que nos iríamos sólo ella y yo un mes a Italia para que me sintiera mejor y que ella me iba a apoyar en todo.

Estar allá fue una experiencia muy bonita pero en ningún momento pude dejar de pensar en Fernando. En verdad creía que era diferente, confiaba en que él era el hombre de mi vida. Quería que fuera mi vivieron felices por siempre. por desgracia mía no fue así, entendí que todo lo que me había dicho, cada beso, cada caricia todo había sido sólo un juego. Yo había sido su juego por mucho tiempo pero el amor tan fuerte que sentía por el hacía que no pudiera ver la verdad. Ya había pasado un mes en Italia y no me quería ir de ahí tenía miedo de regresar a México y encontrarme con Fernando. Estaba tan nerviosa tomamos el primer vuelo que encontramos. Yo quería llegar antes para darle la sorpresa a mis papás, los extrañaba demasiado por lo tanto no les avisé que ya había llegado al aeropuerto para que fueran por mí. Decidí tomar un taxi hacia mi casa, no lo había notado, el chofer estaba ebrio y se descontroló. Chocamos.

Desperté y estaba en el hospital, estaba la puerta abierta y podía verlos a todos esperando noticias desde mi cuarto, todo daba vueltas, me dolía hasta al intentar respirar era un dolor inexplicable. Estaba la puerta abierta del cuarto donde me encontraba y pude ver a todos mis familiares esperando alguna buena noticia afuera del cuarto. En el accidente yo había sido la única afectada. Mariana y el chofer habían salido ilesos. Volteé hacia un lado y vi a todos los doctores y enfermeras alado de mí. Estaba tan cansada, sólo quería dormir.

Hubo algo que llamo mi atención, creí haber visto a Fernando pero no hice nada. Había imaginado a Fernando llegar tantas veces que solo creía que era una ilusión más pero escuché a alguien pronunciar “Arantza te amo” claramente, era la voz de Fernando. Nunca había soñado algo así, volteé y ahí estaba él, no había sido mi imaginación. Me dijo que me amaba, que quería casarse conmigo, que cuando me fui descubrió que yo era única y que era el amor de su vida, pero ya era demasiado tarde para decirlo. Escuché a una enfermera gritar, pude observar la angustia en sus ojos, no me importo nada. Estaba tan feliz y a la vez tan cansada. Sólo cerré los ojos para dormir sin saber que nunca iba a despertar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario